Cambiando la oficina paso a paso

Entre las cosas estresantes de la vida, entre los primeros lugares se encuentran las mudanzas. Si se trata de cambiar de oficina, esta sensación se potencia y acrecienta a niveles estratosféricos.

El cambio implica a muchas personas, muebles, computadoras, efectos personales,… En fin, es un proyecto grande con muchos aspectos a considerar.

Surgen preguntas como, ¿por dónde inicio?, ¿será mejor aquella oficina que está?, ¿el cambio es realmente positivo y necesario?

No se trata de no haber planeado bien el cambio, sino que el estrés te está jugando una mala pasada.  Aquí trataremos de colocar cada cosa en su lugar para que no enloquezcas en el proceso de mudar tu oficina.

 

¿A dónde nos iremos?

Escoger una nueva sede, es una tarea en la que puedes invertir algo de tiempo.

Mientras buscas en los portales de inmobiliarias, y visitas algunas locaciones, ve organizando las cosas que piensas llevar, y cuáles desechadas por no necesitar y porque ya no están operativas.

 

¿Cuándo?

Precisar el día, con fecha y hora de inicio, es la mejor manera de poner un término a la desocupación de la sede actual, y de no postergar demasiado la decisión de cambiar.

El inconsciente nos da muchos atajos, para no enfrentar lo que nos estresa. Ponle precisión a la decisión.

Siempre será mejor si se realiza la mudanza en un día feriado, o fin de semana, para evitar entorpecer el normal funcionamiento del edificio.

Notifica a los compañeros de piso, para que también puedan estar atentos al proceso, sin llegar a molestar.

 

Elabora listas

Inicia el proceso elaborando una lista o listas para cada cosa. En una de ellas enumero las cosas que se irán y las que no.

Realiza una lista de todos los pendientes, buscar una compañía de mudanzas, comprar material de embalaje, elegir colores y decoración de la nueva sede. Notificar a las empresas proveedoras de servicios, y tantas otras como asuntos pendientes encuentres.

El fin último de realizar estas listas, es ir cumpliendo una a una las tareas, sin saltar de una a otra.

Solo de este modo puedes ir tachando al terminar cada acción necesaria, y cuando veas qué hay más tachados que por hacer, sentirás un gran alivio.

 

Comparte responsabilidades

Pide a cada uno de tus empleados, que realice una mudanza de su propio espacio. Planificar el cambio de cada cubículo o departamento, es una manera de realizar mini mudanzas, o una mudanza por partes.

Cada uno de ellos conoce más de cerca qué es lo primordial para llevar, y cuidará que todo sea trasladado con seguridad ni riesgo de deterioro.

 

Organizar

Cada objeto, mueble, máquina o documento, debe viajar perfectamente embalado, rotulado e identificando el lugar específico donde será colocado en la nueva oficina.

Siguiendo este orden, una vez llegado todo, solo se procederá a desembalar cada cosa en su sitio.

 

Estética

Con todas las cosas en la nueva oficina, empecemos a distribuir, acomodar, limpiar y decorar.

Este momento en particular es muy emocionante, pues verás

poco a poco como será tu nuevo espacio. Coloca detalles como cuadros y floreros que personalicen el lugar a tu estilo.

Justo ahora, asegúrate de que sean instalados los nuevos servicios para que el próximo día hábil todo transcurra sobre ruedas.

A disfrutar junto a tus empleados del espacio que se merecen.

Comparte:

Facebook
Twitter
Pinterest
LinkedIn

Tabla de contenidos

Artículos Relacionados