La idea de realizar una mudanza desencadena ideas de angustia, haciendo parecer el cambio como algo difícil y abrumador.
Si bien es cierto que mudarse es un proceso algo tedioso, si realizas una preparación meticulosa de lo necesario para hacer y cuidar, podrás enfrentar ese proceso y salir airoso.
En estas líneas nos proponemos brindarte unos consejos muy útiles para enfrentar las situaciones que se avecinan.
Cosas que no debes hacer
Al momento de planificar la mudanza puedes pensar una manera de cortar camino en el proceso, o hacerlo más rápido o barato. Nuestro mejor consejo es no caer en la tentación.
Acudir a soluciones aparentemente rápidas o económicas, sin pensar bien, por lo general termina en desastre. Algunos ejemplos de ello son las siguientes situaciones.
El favor de un amigo
Es muy común que cuando comentes tu deseo de mudarte, algún amigo te proponga decirle a un amigo que tiene un camión, o trabaja para una empresa, y puede “facilitarte” el proceso, por un precio muy accesible.
La experiencia nos dice que ese ofrecimiento no se concreta, o se da a medias. A última hora el amigo no aparece, o tiene un proyecto a medias que finalizar.
Tú confiaste y dejaste de buscar empresas basándose en la oferta, y al final del proceso todo se complica.
Siempre es mejor idea acudir en la búsqueda de una empresa seria, a quien no le parezca un favor realizar tu mudanza, sino más bien un negocio que debe cuidar y realizar para recibir un pago justo.
Contratar la mejor empresa, y pagar lo justo, te garantiza un buen resultado, sin sobresaltos.
Trasladar plantas
Si tienes muchas plantas, en variados tamaños, te informamos que la mayoría de las empresas de mudanza no garantizan su traslado, por lo sensible de su composición,
El consejo está en realizar una limpieza de las mismas, cortando ramas más largas, y despojándose de todo sucio, para que seas tú mismo quien las lleve.
Colocarlas en cajas plásticas, bien acuñadas para evitar se muevan o volteen, y llevarlas en el maletero de tu vehículo, puede ser la mejor opción.
Dejar los servicios para última hora
Los trámites de activación de servicios básicos en la nueva casa deben realizarse con anticipación, y de preferencia que inicie el servicio días antes de tu llegada.
Siempre pueden suscitarse algún inconveniente de última hora, y es más sencillo si se soluciona antes de necesitarlos.
Llegar a una vivienda sin electricidad, agua o servicio telefónico, puede ser toda una tortura.
Instalar la cocina y refrigerador lleva un proceso, que aunque no es tan complicado, no todos saben realizar. Contacta con el técnico que lo realizará, para que acuda lo más pronto posible.
Para solucionar ese día lleva comida rápida, y una nevera portátil que te proporcione algo de ayuda.
Otra cosa importante con los servicios, es notificar que dejas la otra vivienda, para que cese el servicio en ellos, y no acumules deuda por un servicio que no usas.
Mascotas queridas
Llevar a tus animales el día de la mudanza puede representar todo un reto, para ti y para ellos también.
El proceso de carga y descarga de la mudanza y la presencia de extraños entrando y saliendo es muy difícil para ellos.
Puedes planificar dejarlo en casa de un amigo, a quien el animal conozca, con su camita y juguetes, mientras se realiza la mudanza. Luego acudes a buscarlo, en tu coche, para que sea más tranquilo y familiar el acercamiento.
Si este modo no es posible, puedes intentar tenerlo en una habitación cerrada, mientras se carga el camión, y de último tomarlo, de preferencia, en una cajita especial, y junto a tu lado.
De esa manera ellos se estresan menos con el cambio. Asegúrate de tener un espacio preparado para él, en la nueva casa, y al llegar allí déjalo en esa habitación mientras se descarga el resto de las cosas.
Estos asuntos relatados constituyen la fuente de problemas de última hora. Es conveniente planificarlos, de manera anticipada, para evitar angustias de última hora.
Recuerda que llevar los detalles hará que tu mudanza culmine con éxito y puedas disfrutar tu cambio de hogar.
