Mudarse sin lesionarte la espalda es un desafío, pero con los pasos adecuados y algunas precauciones, se puede lograr.
La primera cosa que hay que hacer es preparar mentalmente el trabajo duro involucrado en mudarse.
Buscar y cuidar
Seleccionar lo que se llevará, movilizar maletas y objetos pesados, es una tarea de cuidado.
Muchas cosas que necesitamos llevar, son objetos pesados, y es preferible pedir ayuda, que intentar hacerlo solo.
Establecer prioridades sobre qué cosas necesitan ser empaquetadas primero, y cuáles deben permanecer hasta el último minuto, ayuda a mantener un orden de trabajo lógico para evitar agotamiento innecesario.
Cuando busque las cosas que permanecen en sitios altos, emplea un banco o escalera para llegar a la altura deseada. La carga de cosas pesadas, desde puntos por encima de tus hombros, pueden terminar en accidentes.
También las cosas que están en sitios muy bajos, tienen sus dificultades, especialmente si son pesadas.
Asir los objetos con las rodillas dobladas, y luego cargarlas lo más pegado al cuerpo, es lo ideal.
De esta manera evitas que el peso se concentre en tu espalda baja, y termina en dolor, o peor aún, en lesiones.
Ergonomía
La ergonomía es una disciplina que nos permite armonizar las personas, las maquinarias y el ambiente, a la hora de realizar una actividad.
Busca la optimización de la labor a realizar, para evitar daños por la realización de un sobre esfuerzo, o posición inadecuada.
Realizar una mudanza, es una tarea suficientemente pesada, y cargada de alturas, pesos y obstáculos, que al ser manejados erróneamente dará como resultado abundantes lesiones.
Una vez que estás listo para comenzar a moverte realmente, hay algunos principios básicos de ergonomía para tener en cuenta.
Usar tu pierna dominante, siempre que sea posible, endereza la columna vertebral antes de levantar objetos pesados, mantén tus pies separados del ancho de los hombros, mientras cargues objetos pesados para mejor equilibrio, y siempre utiliza equipamiento correctamente diseñado (por ejemplo, carretillas) si están disponibles, o son prácticamente necesarios.
Busca ayuda
Por supuesto, no dude en pedir ayuda si lo necesita – ¡dos cabezas son mejores que una! Siempre tendrás un grupo de personas dispuestas a darte una mano.
No se trata de que ellos carguen por ti, sino que entre dos o más, el peso de las cosas grandes queda repartido.
Igual cosa sucede, si el piso que abandonas está en lo alto, y debes subir y bajar a repetición. Si son varias personas, los viajes serán menos para cada uno.
Otra opción perfectamente válida es contratar una compañía de mudanzas.
Compañías de mudanza
Las compañías de mudanza cuentan con el personal, y las herramientas necesarias para embalar, trasladar y colocar todos tus bienes en el sitio acordado, sin causar estrés físico.
Cuentan con grúas, montacargas, y muchos dispositivos que colaboran en su trabajo rutinario, sin permitir la ocurrencia de lesiones.
Por otra parte, el personal que en estas compañías labora, están formados y capacitados, para llevar las cargas pesadas de la manera más adecuada, y así conseguir mudanzas exitosas y sin lesiones.
No dudes en realizar una búsqueda en línea, de las compañías de mudanzas de tu región, que cuentan con las herramientas y el personal idóneo para tu mudanza.
Acude personalmente a la que más te guste, y resuelve junto a ellos todas las dudas que tengas.
Te lesionaste
Si a pesar de tomar precauciones, has sufrido alguna lesión en el proceso de la mudanza, no continúes esforzando el cuerpo.
Para, descansa, y si presentas dolor, acude a un centro de salud para ser evaluado por especialistas. No esperes a que se solucione solo.
Finalmente, después de haber realizado la mudanza, con todas tus pertenencias, descansa suficientemente para recuperarte física y mentalmente.
Mudarse sin lesionar la espalda puede parecer una ardua tarea al principio, pero si cumples los consejos sugeridos, solo podrás lograr un éxito seguro y satisfactorio.
Disfruta plenamente de tu nuevo hogar y entorno.
